Ni las reservas de oro salvará al ser humano de la inminente catástrofe económica, de guerra , que se cierne sobre el mundo.
Lo único que salva al hombre es ahorrar en el mismo: en el banco de la nueva fe, ahorrar conocimiento,sabiduría, paciencia y mucha inteligencia, para no pegarse un tiro. Es esclarecer su corazón